Recreos de Tazos Parte 3

Hoy la 3º y última entrega de la exitosa trilogía de Los Tazos. Espero que sea el final que soñasteis :D:D.

Los tazos no eran sólo un juego de hombría y de coraje, también era una depurada forma de coleccionismo. Había gente que se paseaba por el patio del recreo acechando entre las sombras, mientras en una mano sujetaba una nota con los que le faltaban, y en la otra el maléfico instrumento que le llevaría a su propósito: el tazo doble. Según el DRAE el tazo doble es una de las formas de venganza de los niños hacia los demás que se manifestaba en forma de un tazo formado por dos pegados. El tazo doble era el arma definitiva, con él tenías un 33’33% más de posibilidades de ganar. Lo malo es que estaba perseguido por la ley. El que usaba un tazo doble y era pillado, sería tratado de infame durante el resto del recreo y parte del siguiente, lo que es sin duda un suplicio. Por ello el coleccionista actuaba con sigilo, y cuando veía una presa que figuraba en su nota, desenfundaba su tazo doble y se preparaba a atacar sin ser descubierto. Por cierto, un consejo: NUNCA, pero NUNCA, probéis a crear uno de estos tazos pegándolos con pegamento de barra, porque lo que conseguirás es emporcarte las manos y que se te despeguen al primer lanzamiento.

Pero otra cosa un tanto curiosa de los coleccionistas es que les tenían tanto amor a los cachos de plástico esos que incluso… los esmaltaban. Sí señor. Cuando llegaba a tus manos un tazo con restos de esmalte, acto seguido pensabas: esto es de un coleccionista. Tenías que tener cuidado pues con toda seguridad trataría de recuperarlo. Yo una vez llegué a esmaltar uno. Un Escuirtel, si no recuerdo mal (lo escribo como me sale de la pija). Era mi pieza más preciada. Una vez llegué a matar para recuperarlo, pues había sido sustraído de mi bolsillo. Y lo volvería hacer, así que tened cuidado.

Aparte de los tazos de Pokémon de plastiquete, también los había de cartón, o incluso de metal. Yo intento analizar... Tazos de carton... El cartón... se rompe. No se puede jugar con él en sitios mojados porque se moja y se dobla. Yo creo que es una técnica usada por los fabricantes de tazos para que se rompieran y que compráramos más. No son listos ni ná. Y los de metal, que había que pegarles con una mano de plástico... Anda y no me toques los cojones. Cuando ganabas uno estaba más abollado que el coche de McRae. ¿Para qué coño quiero una chapa doblada? Te voy a decir por donde te puedes meter la chapa...

Y ya despido mi monólogo con una variedad de tazos muy superior a cualquiera antes mencionada. Es verdad que también son más antiguos que los de Pokémon y no se disfrutaron nunca, pero creo que el que los ha vivido guarda un hueco en su corazón para ellos. Sí, amigos, estoy hablando de los CHIQUITAZOS. Para quien no los haya conocido, se tratan de un homenaje al siempre admirado Chiquito de la Calzada, y en ellos se podía ver la cara de Chiquito ejerciendo una mueca horrible, acompañada de una de sus más célebres frases. Desde “Eres un fistro pecador oooouuhh” a “No puedor, no puedor!!” Cabe decir que el “oooouuhh” es el sonido característico del genial cómico, y que sólo una selecta gama de expertos pueden realizarlo. Se dice que gracias a él, Chiquito puede orientarse en cuevas oscuras, pues le sirve de radar junto a sus orejas.

Y hasta aquí mi relato de los tazos. Espero que os haya gustado. En breves me pondré con uno nuevo. Saludos!!