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sábado, 6 de enero de 2007

Juan Carlos Magos

Anoche llegaron a mi casa los Juan Carlos Magos, que eran mi hermano y mi madre. Yo había regalado a mi hermano cosas los dos últimos años sin recibir algo a cambio, y este año decidí no comprarle nada.
Cuando llegó la hora a la que llamaremos hora "A" (A de agenciar), mi madre me dio un caja envalada con papel de Mediamarkt que rompí con las uñas, porque yo no soy de esos que lo quitan poco a poco. Allí estaba una webcam, tan ansiada por a mí hace un tiempo, pero que ahora me llama bien poco la atención, así que la voy a cambiar por una impresora, escáner, fotocopiadora, etc. Eso todo en uno, eh, no me voy comprar una fotocopiadora pa mi casa (por si no quedaba claro).
Entonces llegó mi hermano con un paquete del cortinglés, me extrañé de que me diera algo y lo abrí: la Edición Especial del disco Finisterra de Mägo de Oz. Brutal. Y yo sin nada que darle. Cagon txos.
Y cuando llegué a la habitación a dejar el disco, encontré otro paquete del cortinglés en la cabecera de la cama. Lo abrí, y el disco Gaia II, de mi hermano también. Casi me mosqueaba más que me alegraba, porque no tenía nada que darle yo. No, en serio, me cundió mil.
Entonces fui a darle un beso (primera y última vez que voy a hacer esto) y le dije que el gasto de la cena-regalo de mis padres corría de mi cuenta, pa compensar.
Se puede decir que fueron un Juan Carlos guachis :D.

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