Míticos tazos!! Parte 1

En las próximas entradas de mi blog voy a hablar de los Tazos, esos objetos redondos que nos robaron el corazón a la vez que el dinero a todos.

Los tazos más populares son los de Pokémon, que tocaban en las bolsas de Matutano de 30 céntimos. La cosa es que para hacerte con ellos debías comprar patatas por doquier, y no siempre apetecían, para qué vamos a engañarnos. Por eso cuando se daba esa situación se gritaba en alto "¿Alguien quiere las patatas?", y en todo grupo había algún individuo que sobrevivía comiendo las patatas de los otros. Hoy en día se utilizaría la expresión "Al 7", a lo que hay que responder "Bingo". Cultura popular. Los expertos dicen que el 40% de la obesidad adolescente se debe a los tazos y la cantidad de patatas Lays Receta Campesina ® ingerida. Es que eso es peor que el McDonald, neng.

Cuando ya tenías tu propio ejército de tazos te podías poner manos a la obra en lo que a jugar se refiere. Había varias maneras diferentes de jugar, pues eso de que nosequé tipo gana a nosecual nos la traía al pairo a todos. Las más comunes eran:
- Los dos juntos. Los tazos se colocan uno encima del otro, y el que los levante, se los queda.
- Separados. El tirador tenía la difícil decisión de rescatar su tazo, o al contrario, ir de modo bélico a conquistar el del oponente y ocuparse más tarde del propio.
A mí incluso alguien me hizo jugar con "botiquín", que consistía en que si le daban la vuelta a tu tazo, podías tirar para volver a dejarlo como estaba.

Pero los tazos no son un juego de azar. Para dominar bien tu lanzamiento debes tener una práctica inimaginable. Pero hay una técnica que está penalizada bajo pena de ir un año encarcelado a Villabona: LA PIQUITA. Tirar de piquita es el peor gesto que un jugador de tazos puede cometer. Es signo de falta de profesionalidad, por muy efectiva que sea. Es como un pinchero en el fútbol o un tiro "a lo cuchara" en baloncesto. Te desprestigia totalmente. Por eso cuando jugabas con foráneos, lo primero que se decía era "Eh, no vale piquita". Si el foráneo era experimentado, accedía y usaba sus más duras técnicas, pero si protestaba, la partida no solía empezar. Al que ha sido fiel a la piquita durante mucho tiempo le es muy difícil volverse atrás. Es como la heroína.

Pero una cosa que tengo que destacar en las partidas de tazos eran los turnos. ¿Quién empezaba a tirar? Puede haber muchas respuestas. ¿Jugándolo a cara o cruz con el tazo? ¿A piedra, papel o tijera? ¿A pares o nones? No. Mucho más complejo, pero simple a la vez. Bastaba con formular las palabras mágicas: "(Gritando) TE HECHO UNA. PRI!!" Así es. El cuatrero que más rápido formulase esa frase sería el que primero tirara para ganar sus tazos. La frase fue variando en el argot técnico y pronto se convirtió en un chapurreo que era identificable porque el que lo decía se dirigía hacia ti corriendo y con el tazo en la mano. Acabó siendo algo así: "TECHO UNAPRÍ!!". Eso sí, siempre gritándolo. El hombre de por sí plasma su autoridad gritando.

Continuará...

Espero que os guste, porque tengo otras dos entregar más escritas en un documento de Word. Joer, da gusto cuando te pones a escribir y la inspiración llama a tu puerta...