También puedes jugar a encontrar una figurita, cerrar los ojos y a ver si la vuelves a encontrar; a dibujar el contorno de lo que encuentres con un rotulador permanente (lápiz no, que se borra); hacer fotos a dichas figuras y enseñárselas a tus amigos... Si encuentras a la virgen en el gotelé puedes sacarte un dinerillo aceptando visitas.
Lo malo que tiene el gotelé es que como te choques contra la pared... PINCHA! Te deja unas marcas buenas en la frente. Os habla alguien que ya se ha dado alguna que otra vez xD. Y si frotas la mano contra el gotelé (el torso de la mano, la palma no, que a causa de los callos salidos a causa de la Play y demás consolas no sentimos nada ahí), te raspa y hace pupa. Hay que tener cuidado con el gotelé, porque no sólo divierte, también daña.
Y sobre la historia del gotelé, pues decir que como todo el mundo sabe, fue introducido en España por Benito, el inseparable compañero de Manolo. Éste rociaba las paredes con su mítica máquina de gotelé "Lolita".
Y todo esto se me ha ocurrido pensado en clase el otro día... Sabiendo las ventajas que da el gotelé, que es como una tele, se deberían aprovechar de más formas aparte de para usos ornamentativos. A la gente le encanta mirarlo, pero no se va a poner con una silla enfrente de la pared a mirar. Imagináos la situación:
- Hijo, ponte a hacer los deberes.
- Déjame un rato más, mamá, que estoy mirando el gotelé.
Va a ser que muy normal no es, por eso mi idea llega más allá. ¿En que lugar de la casa estamos sentados comodamente sin ningún divertimento? Los que hayan pensado en el uvecé, habéis acertado. Imagináos las paredes del baño impregnadas de gotelé. ¡Sería una fiesta! Por eso en cuanto acabe de estudiar voy a ir a una inmobiliaria a proponer mi idea de un baño divertido. Espero que nadie de aquí me plagie la idea, porque como dice Javier, os morderé la nuca.
Saludos.