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viernes, 16 de febrero de 2007

Loh globoh.

Tarde de viernes especial, no hay clase hasta el miércoles que viene. Chachi. El antroxu llega a Avilés de una forma especial, pues mañana se produce el esperado descenso de Galiana. Un servidor tiene un disfraz preparado, pero todavía no probado. Mi disfraz es el de Julián Muñoz. No sé si me pareceré algo, así que si no lo consigo aludiré que me disfrazo de paisano a la antigua usanza. O algo así. Ya mañana o pasado pondré la foto, para los que no podáis verme xD.

En otro orden de cosas, he colocado un contador de visitas en mi web. No creo que sea fiable, pues ayer ponía 10 visitas (la gran mayoría yo) y hoy sólo pone una xD. Además, cada vez que entro tarda un cacho bueno en cargar, así que a veces ni lo veréis. ¿Manteca no? También he puesto un comando que me deja ver la gente en línea. Usea, yo en el 95% de los casos. Cosas útiles para mi blog lalala.

También hoy he pensado en clase una cosilla. Esta vez no una paranoia, si no una verdad, una situación. Recuerdos de la infancia.

A los niños les gustan los globos. Pueden llenarlos de agua, de harina... ¡o incluso de aire! Pero de cualquier cosa que se llene, tienen una pega. Esa pega se trata del peor enemigo de los niños humanos: atar los globos. A los niños por naturaleza se les resiste el arte de atar globos, así que lo que suelen usar en ocasiones es un sistema rudimentario y rara vez eficaz. Este sistema consiste en una vez hinchado el globo, darle vueltas a la goma hasta que el aire contraiga los nudos y no se escape. Cuando funciona, no suele durar mucho tiempo, y por ello acaba por desesperar y se pasa a hacer otra técnica.

Pero a veces en el grupo de niños existia un ser superior, del que todo el mundo quería ser amigo, y que poseía una habilidad especial. Se trata del niño que sabía atar globos. Éste era idolatrado por las masas y era la primera opción a la hora de atar los ídems, por delante de madres y hermanos mayores. La popularidad del zagal aumentaba de manera estratoseférica, y por ello los niños entranaban en sus casas para aprender a atar. La publicidad contribuía a esto, pues se corría la voz y se oían frases similares a esta: "Eh, dale el globo a Fulanito que él sabe atar". Pero cuando este arte era dominado por un grupo amplio de personas, la popularidad bajaba hasta volver a su sitio ideal. Por ello el atador de globos no dejaba que NADIE intentara atar un globo en su presencia.

También cuando no se sabía atar globos se hacían juegos como el hicnhar uno y dejar que perdiera aire por el cielo mientras se lo miraba embobado. El globo, desinflado ya, caía al suelo, y acto seguido se volvía a hinchar con la boca. Esto no tendría relevancia si no es porque en el suelo la mierda se pega más fácil si encima hay saliva en el globo. Pero eso a los niños les da igual, pa eso hay Actimeles. También se producía el molesto juego de hinchar el globo y dejar que el aire escape lentamente mientras se le agarra con las manos produciendo un ruido aguda y molesto. Yo solía matar a aquellas personas que lo hacían conmigo delante.

Si se inflaban con helio los globos podían ser una fiesta mundial, pues se quedan pegador al techo de la habitación y puedes probar con qué muñecos puede y con cuales no. Y si encima llevan un palo, puedes golpear con ellos. Bueno, y sin palo y sin helio también puedes golpear, para qué vamos a engañarnos. En definitiva, los globos tienen tantos misterios como diversión nos producen, y dominarlos es tarea sólo posible por senséis ninja o por niños con los dedos cartilaginosos.

Saludos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo prefiero los globos de los gitanos que venden en las ferias, esos que son muñequitos.

O tambien, esos globos que vienen en una cajita, pero...tienen un nombre raro...preservativos :S xD

Anónimo dijo...

a mi me gustan los globos de todo la vida los de colores:D
bueno hoy en clase estuvimos hablando de goofy me acorde muxo de ti y di tus dos teorias!weno jefe mañana desfase grande:D haber si nos vemos xaoooooo (K):)

Anónimo dijo...

buen blog jaja Eso de atar los globoes es verdad, nuiunca supe y sigo sin saber, de vez en cuando y tras mucho esfuerzo soy capaz de atar uno