Liseninges

Se me da bastante bien el inglés. Domino casi todas las partes de los exámenes. El vocabulario se me queda bastante bien, la gramática es bastante fácil, los reading es leer el texto y copiar las respuestas… Con el writing ya tengo algo más de problema, pero nada que no se pueda solucionar con algo de práctica. Pero cuando me las prometo más felices y veo mi examen terminado… veo la sección fatídica: EL LISTENING.

Los listening vienen marcados en los libros como un dibujillo de una casette. Ya desde aquí se puede ver que están creados de forma maléfica. ¿Por qué en pleno siglo XXI siguen poniendo el puñetero dibujo de la casette? La modernidad ha llegado en forma de CDs (cedeses) y dentro de poco conjeturo que se usarán MP3s (emepetreses) o algún chip o milonga por el estilo. Yo creo que en el futuro será una señal de sonido que se proyectará dentro de nuestro “celebro” a través de un chip (chip) que tendremos implantado.

Pero lo de la casette no es el problema de los listening. ¡Ay Dios, si sólo fuera eso! El problema es al oírlo. La pregunta es, ¿por qué los putos paisanos de los listenings hablan como si tuvieran un sobao pasiego en la boca? Diossss… Es que me matan. Todo el examen de manera impecable, para sacar un sobresaliente, y vienen los bocachancla esos a joderme la nota.

Y dentro de lo malo, en el examen te ponen preguntas que hay que contestar de los mongoles esos hablando. Menos mal. Si no fuera por esas preguntas, yo hubiera muerto varias veces. La mayoría las saco del contexto. Por ejemplo, dado el caso de esta pregunta:

What are Majencio and Clotario eating?

Cuando la leo, pongo oído avizor intentando encontrar un nombre de comida. Y el primero que oigo, p’al examen que va. En el caso en el que no encuentre ninguno, pondré que están comiendo pizza. En los listenings siempre comen pizza.

Y hablando de los exámenes, he de decir que ya acabé con todos. Sí señor, y con todas las asignaturas aprobadas. Así que ahora tocan unas cuantas semanas de ralax hasta la Semana Santa, que no es una fiesta inventada por el Corte Inglés porque no se regala nada.

Saludos.